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SugerenciasSugerencias básicas en salud bucal. Para mejorar la calidad de vida, cuidemos la salud bucal. Las buenas intenciones no alcanzan, se necesitan voluntades para cumplirlas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la salud no sólo por la ausencia de enfermedad, sino como el estado de equilibrio físico, psíquico y emocional de las personas. Por lo tanto consideramos que:
La digestión comienza en la boca. Masticar lentamente. Beber abundante agua. Disfrutar del rico sabor de frutas y verduras frescas. Comer carnes magras y pescados. Limitar el consumo de alimentos azucarados, máximo de 4 momentos al día. Es preferible comer las golosinas como postre. Cepillar los dientes después de cada comida. Después de beber jugos o gaseosas enjuagar muy bien la boca; no cepillar inmediatamente. Se puede mascar chicles con xilitol, después de las comidas. No más de 15 minutos. Cambiar el cepillo dental cada tres meses; por ejemplo cuando comienza cada estación: primavera, verano, otoño o invierno. Evitar dejar a la vista el cepillo de dientes en el baño. Cubrirlo y rociarlo periódicamente con gluconato de clorhexidina al 0.12% o agua oxigenada. Visitar al odontólogo cada cuatro meses o por lo menos dos veces al año. Es necesario complementar el examen clínico bucal con el examen radiográfico. La detección precoz de caries, erosiones, abrasiones permite su tratamiento adecuado y oportuno para conservar sanas las piezas dentarias. La consulta odontológica es fundamental en caso de:
La consulta odontológica es necesaria aunque le hayan extraído todos los dientes. Si por un traumatismo un diente permanente sale de su lugar (es decir de su alvéolo) colocarlo inmediatamente en su alvéolo -si el lugar donde cayó no está sucio- o conservarlo en leche o saliva del mismo paciente y concurrir enseguida a su odontólogo. La prevención es el tratamiento más eficaz para una boca sana.
Control de la erupción dentaria clínica y radiográfica. Evita tratamientos odontológicos más complejos. La radiografía panorámica está indicada a los 6 años de edad. La retención de incisivos centrales permanentes puede diagnosticarse a partir de los 6 años de edad. La potencial retención de los caninos permanentes, en particular los superiores, puede diagnosticarse precozmente a partir de los 8 o 9 años de edad. La potencial retención de los segundos molares puede diagnosticarse a partir de los 11 o 12 años de edad. La potencial retención de los terceros molares, comúnmente llamados “muelas de juicio” puede diagnosticarse a partir de los 14 o 16 años de edad.
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